domingo, 28 de agosto de 2016

EL CAMBIO



Después de un tiempo y aconsejado por Pepe decidimos cambiar de hípica, trasladándonos a Carpe Diem.  Allí nos estaba esperando Daniel,  era muy simpático y amable con nosotros. Estuvimos toda la tarde viendo las instalaciones y al final  pensamos que era perfecta para nosotros y quedamos en que el sábado siguiente iría a montar.

 


Cuando llegué me sentía un poco nervioso porque era un lugar extraño en el que emprendería nuevos retos, como empezar a montar caballos en vez de ponis.
 
 Daniel me presentó al caballo que iba a montar: se llamaba Boquerón, era tordo y con cuello de gato.
 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario